Ya que estoy por aquí, aprovecharé para ponerme al día con las publicaciones que tengo pendientes. Así pues, me complazco en presentarles un cuento titulado "La princesa y el pirata" de Alfredo Gómez Cerdá; dicho sea de paso, dedico el presente post a mi estimada y siempre bien ponderada colaboradora Ondina pues hace mucho le prometí contarle la historia y mi palabra no se había cumplido hasta ahora.
Sin más preámbulos, iniciemos.
La princesa Filomena vivió hace muchos años en un lejano país y en lo alto de una torre de marfil y plata.
La torre de marfil y plata se alzaba junto a la orilla del mar. Desde lo alto, algunos días, el mar parecía confundirse con un cielo igualmente marino. No se distinguía bien dónde terminaba uno y comenzaba el otro.
Al atardecer, los últimos rayos del sol incendiaban alguna nubecilla y teñían de púrpura las paredes de la torre. Entonces, la princesa Filomena se asomaba a una ventana y, con gran parsimonia, peinaba sus largos y negros cabellos. Al ritmo del peine, cantaba una suave y dulce canción. Su voz se convertía cada tarde en un regalo para los sentidos. Hasta el impetuoso mar dejaba de agitarse durante unos minutos para escucharla.
Y así transcurría la vida de la princesa Filomena, tranquila y apaciblemente. Ella, sin duda, esperaba ese momento maravilloso que el destino tiene reservado a todas las princesas.