martes, 14 de diciembre de 2010 | By: Olvido

Detente a observarlos

En estas fechas, la gente suele ir más abrigada, más deprisa y adquiere una posición renuente acerca de tomarse un instante y mirar el horizonte. Recuerdo que en la temporada en que mis clases iniciaban antes de salir el Sol, hacía una ligera caminata desde el transporte hacia la escuela y podía observar detenidamente dos volcanes: "El Popo" e "Izta" como solemos llamarles de cariño. Si bien es cierto que no damos ni un minuto de nuestro escaso tiempo por detenernos, es importante saber que ahora más que nunca puedes observar dos bellezas representativas de nuestra nación e indagar un poquito sobre las leyendas que los rodean. He aqui dos muestras de lo que digo:
La leyenda de los volcanes
Se cuentan muchas leyendas sobre los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Una de ellas dice que en el valle de México había un poderoso emperador con espíritu guerrero. Este emperador tenía una hija, la princesa Iztaccíhuatl. La princesa se enamoró de Popocatépetl, un joven guerrero valeroso e inteligente. El emperador veía con agrado el matrimonio de su hija Iztaccíhuatl con el joven guerrero.

Cuando Iztaccíhuatl y Popocatépetl iban a celebrar su boda, los ejércitos enemigos decidieron atacar. El emperador reunió a sus guerreros y confió a Popocatépetl la misión de dirigirlos en los combates.

Popocatépetl fue a la guerra y tras varios meses de combate logró vencer al enemigo. Antes de que el emperador se enterara de la victoria, unos guerreros envidiosos le mal informaron que Popocatépetl había muerto en combate. Iztaccíhuatl escuchó esta noticia falsa y lloró amargamente. Dejó de comer y cayó en un sueño profundo, sin que nadie puedira despertarla.

Cuando Popocatépetl regresó victorioso supo lo que había sucedido y buscó a Iztaccíhuatl, la cargo en sus brazos, tomó una antorcha encendida y salió del palacio y de la ciudad. Nadie volvió a verlos.
Después de varios días, todas las personas del valle de México se asombraron al ver dos montañas muy altas que habían surgido de la tierra y lanzaban llamas hacia el cielo. Se trataba de dos volcanes. Cuando el emperador vio las montañas, dijo a su pueblo:
-Iztaccíhuatl y Popocatépetl murieron de tristeza porque no podían vivir el uno sin el otro. El amor los ha transformado en volcanes y su corazón fiel arderá como una llama para siempre.


Y otra versión sería...

Leyenda del Popocatépetl e Iztaccíhuatl

En algun tiempo, un joven guerrero mexica se enamoró de una doncella a la cual juró su amor por la eternidad. Como todo buen hombre de su época, el valiente guerrero Popocatépetl tuvo que partir al campo de batalla; a su regreso, al intentar reencontrarse con su amada, se encontró con que ésta, había muerto trágicamente; al enterarse, prefirio entregarse a su sufrimiento y obedeciendo a su juramento, decidó acompañarla por el resto de su vida.

Con el paso de los años, ambos jóvenes fueron cubiertos por las formaciones y los caprichos que la madre tierra crea sobre la faz de la tierra. Fue de esta manera que la joven pareja quedo formalmente unida bajola tutela de lso dioses. Y ahora ellos, uno cerca del otro, como eternos enamorados, se cortejan conformando el marco perfecto para coronar a la ciudad de México.

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